El fútbol mueve masas; y las vinculaciones entre este deporte y la política son históricas en un país amante de la redonda como la Argentina. El reciente episodio en las internas de Boca abre un nuevo capítulo.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, debió volver provisoriamente a su antiguo puesto de presidente xeneize luego de que su reemplazante Pedro Pompilio fuera desplazado por la Inspección General de Justicia (IGJ). El ex vicepresidente no tendría los avales necesarios -una suma de 13 millones de dólares entre él y la Comisión Directiva- para asumir el mando del club de la Ribera. En consecuencia, las nuevas elecciones se programarían para junio.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, debió volver provisoriamente a su antiguo puesto de presidente xeneize luego de que su reemplazante Pedro Pompilio fuera desplazado por la Inspección General de Justicia (IGJ). El ex vicepresidente no tendría los avales necesarios -una suma de 13 millones de dólares entre él y la Comisión Directiva- para asumir el mando del club de la Ribera. En consecuencia, las nuevas elecciones se programarían para junio.

Sin embargo, corren los rumores de que el candidato macrista, el susodicho Pompilio, habría hecho un arreglo con el diputado kirchnerista Carlos Kunkel. El Gobierno nacional ve en Mauricio que es Macri un potencial opositor para los comicios de 2011, por lo que este acuerdo no sería más que una jugada política para restarle poder, ya que si Macri se presentara en otra lista como vocal -como se ha dicho en distintos medios- seguiría siendo la principal cara de Boca Juniors.