Según trascendió la semana pasada a partir de un relevamiento hecho por la Defensoría del Pueblo porteña, el 44,8 por ciento de las víctimas en accidentes de tránsito son los peatones, ya sea por no mirar los semáforos, cruzar en rojo o atravesar la calle en la mitad y no donde lo indica la senda.
El dato revela la importancia de que la educación vial no sólo competa a quienes sacan el registro de conducir, sino que también forme parte de los programas escolares para que todos sepan comprender y respetar las normas de tránsito. De hecho, el año pasado con mi colega Sol entrevistamos a Pablo Martínez Carignano, director de Seguridad Vial del Gobierno porteño, que nos dio su completo acuerdo al respecto pero alegó que no existe la voluntad política para ejecutar un plan de seguridad vial extendido a las escuelas.
Ahora si la educación vial es un pilar fundamental, la adecuada infraestructura y señalización en las calles es el marco. Quiso el destino al azar que el miércoles y hoy pasara por la estación de Constitución, zona en la que -de acuerdo con el citado estudio- hubo mayor cantidad de accidentes con peatones involucrados.


Tanto el miércoles como hoy, los semáforos peatonales para cruzar desde las dársenas de los colectivos a la estación no funcionaban. Sí andaban los de tránsito, pero era imposible saber si estaba por cambiar la luz, o si estaba en rojo o en verde. La mayoría de los peatones, desorientados, terminaron cruzando la calle a las corridas con los colectivos que les pisaban los talones o, en su defecto, les volaba las pelucas.
Sigue...
El dato revela la importancia de que la educación vial no sólo competa a quienes sacan el registro de conducir, sino que también forme parte de los programas escolares para que todos sepan comprender y respetar las normas de tránsito. De hecho, el año pasado con mi colega Sol entrevistamos a Pablo Martínez Carignano, director de Seguridad Vial del Gobierno porteño, que nos dio su completo acuerdo al respecto pero alegó que no existe la voluntad política para ejecutar un plan de seguridad vial extendido a las escuelas.
Ahora si la educación vial es un pilar fundamental, la adecuada infraestructura y señalización en las calles es el marco. Quiso el destino al azar que el miércoles y hoy pasara por la estación de Constitución, zona en la que -de acuerdo con el citado estudio- hubo mayor cantidad de accidentes con peatones involucrados.


Tanto el miércoles como hoy, los semáforos peatonales para cruzar desde las dársenas de los colectivos a la estación no funcionaban. Sí andaban los de tránsito, pero era imposible saber si estaba por cambiar la luz, o si estaba en rojo o en verde. La mayoría de los peatones, desorientados, terminaron cruzando la calle a las corridas con los colectivos que les pisaban los talones o, en su defecto, les volaba las pelucas.