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miércoles, 26 de agosto de 2009

Manuel Antín: “La educación es el mejor andarivel para crear cultura”

Cineasta reconocido más afuera que en su casa, fundador y director de la Universidad del Cine y ex titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) durante la gestión de Raúl Alfonsín. Manuel Antín analiza la cuestión cultural en la Argentina en una entrevista exclusiva para Políticargentina.com.
Además, recuerda a su amigo, el escritor Julio Cortázar, a 95 años de su nacimiento.

-¿Cómo calificaría la política cultural del Gobierno nacional?
-No sólo desde el 2003 en adelante, sino desde 1989 aproximadamente, la política cultural de los gobiernos ha sido de muy baja calidad. Más bien se ha buscado una política demagógica. Una experiencia remota, y absurda, sobre lo que significa la visión cultural de los funcionarios fue un viejo pedido que me hicieron en un pueblito de Córdoba. El director de Cultura me pidió que le dijera al titular a nivel nacional que no enviará más pianistas porque en esa ciudad nunca habían tenido piano. Es gracioso, tiene un rasgo de humor pero revela una desinteligencia absoluta entre lo que hay que hacer y lo que se hace, una ceguera e indiferencia con que se trata el tema de la cultura. Algo que ha hecho grande a tantos otros países y donde es una política de Estado, no un chicle que se mastica para sentir el gusto a menta de vez en cuando.

-¿Termina como una herramienta y no como un fin?
-Sí, eso es lo grave. Por eso, le mandan un pianista a una ciudad que no tiene piano. La idea es hacer planes, escribir papeles, decir proyectos y estar divorciados de la realidad. Pero la realidad es que Argentina tiene una enorme parte de la población que no ha sido educada adecuadamente. Cómo pedirles que sea cultivada, es imposible.

-¿Se refiere a que sin educación, no hay cultura posible?
-La educación es el mejor andarivel para crear cultura. El problema de la cultura que tenemos es el problema que está en la educación, porque la educación es la que demanda cultura. Es imposible que una persona que no sabe leer ni escribir se interese. Este es un sistema en el que la Argentina viene fracasando desde hace un siglo y eso nos ha convertido en un país secundario cuando hace cien años era uno de los países destinado a estar primeros en el mundo, como Australia y Canadá. La gran decadencia argentina es una decadencia cultural que sobreviene a partir de una decadencia política y de una actitud demagógica de la mayoría de sus gobernantes, que no piensan para más adelante, sino para inmediatamente después. Piensan para hoy y se olvidan que los países no mueren mañana.

-Buenos Aires es conocida por su movida cultural, ¿cómo ve al Gobierno de Mauricio Macri en este aspecto?
-Tiene los defectos que han tenido todos los gobiernos de los últimos 20 años. Pero debemos señalar un hecho providencial, de enorme valor, que es la Ley de Mecenazgo, aunque hay que ver como se ejecuta. Esta ley implica que parte de los impuestos de la Ciudad van a estar destinados a dirigir cultura, educación y promover movimientos culturales. Es algo que está pensado en el mañana, no en el hoy, y antiguo reclamo de la cultura argentina. De manera que más allá de los criticados cierres de talleres, que son actos de ceguera política y falta de conciencia ciudadana, los puntos que se gana con la sanción de una ley como ésta son mayores.


En su oficina de la Universidad del Cine atesora libros, afiches de sus películas, fotos y una carta de Cortázar encuadrada.

El recuerdo de Cortázar

Cuando era chico, Manuel Antín encontró una pasión: la literatura. Nacido en 1926 y penúltimo hermano de una humilde familia de diez integrantes, confiesa que se escondía “en la intimidad del baño o en la oscuridad de su cuarto” para poder escribir.
Ya más grande, se topó con un cuento del entonces desconocido Julio Cortázar, Circe. Antín se reconoció en esas líneas. “El lenguaje, el estilo, la visión un poco deshumanizada de la realidad, la mirada distinta, lo fantástico asociado a lo cotidiano son características centrales de la literatura de Cortázar. En las cosas que yo he escrito tenía ese mismo punto de vista”, afirma.
Pero no sólo eso, la historia contada en Circe le recordaba a una relación conflictiva con una novia que él había tenido. Antín sintió que ese cuento lo podría haber escrito él y ese fue el motor para que le mandara una carta a Córtazar. La primera antes de iniciar una intensa correspondencia a través de varios años.
A pesar de definirse como escritor frustrado, Antín supo trasladar la literatura al cine. “El arte es como el amor, supone a dos personas. La literatura supone al lector, el cine al espectador, nunca es un acto solitario. Yo como escritor no logré el otro, como cineasta sí y pude hacer literatura filmada”, explica y aclara que ese era un futuro que no tenía previsto para sí mismo.
La cifra impar, basada en el cuento de Cortázar Las cartas de mamá, fue su ópera prima. La grabación de algunas escenas lo llevó a las calles parisinas, donde conoció a Cortázar en persona.
“Un día estaba filmando en el suelo porque hacía una toma de cámara baja de María Rosa Gallo y de repente vi unos enormes pies a mi lado. Cortázar era muy alto, pero desde el suelo era mucho más alto todavía. Ahí comenzó una relación muy afectuosa con él y con su esposa, Aurora. Duró muchos años hasta que durante la dictadura militar del ‘76 dejó de escribirme porque decía que era peligroso para mí”, comparte Antín. En una de sus últimas cartas, el escritor le contaba: “Te dije que te mandaba sólo unas líneas y ya ves la lata, pero es que me alegra reanudar contacto con vos y ojalá que vengas a Europa y podamos vernos. Inútil es agregar que después de mi trabajo político no seré yo quien vaya a Buenos Aires por el momento. Como decía un español, no es que le tenga miedo a las balas, pero sí a la velocidad con que vienen”.
El contacto se perdió con el tiempo, pero aún hoy Antín recuerda lleno de cariño a su autor predilecto.
Por Agustina Ordoqui para www.politicargentina.com

6 comentarios:

Lucas dijo...

Felicidades por la nota.
No suelo leer cosas largas en internete, sin embargo lo hice esta vez.
Saludos!

Gonza dijo...

un personaje muy interesante de la cultura argentina que para muchos (jóvenes sobretodo) no saben quién es. muy buena idea la de entrevistarlo.

Horacio dijo...

andarivel me suena a pileta de natación

Agus dijo...

Lucas: Gracias! Me alegro que te haya gustado, a mí me gusto mucho hacerla =)

Amito: Antín es una persona valiosísima, pero muy humilde. No es mediático, ergo, mucha gente que mide a las personas según cuán "conocido" sea no sabe quién es.

Horacio: Andarivel significa soga o lazo, no estás tan errado..

Saludos

Anónimo dijo...

Muy buena la entrevista, Agus!! Antín es una persona muy interesante.
Felicitaciones!!

Agus dijo...

Gracias, Gaby! =)