"Lo primero es la revisión durante el embarazo"
Todos los hombres -por igual- cuentan con una serie de Derechos Humanos, que nadie les debería poder quitar. El cumplimiento -o en su defecto, el evitar su vulneración- es responsabilidad primordial de los Estados-nación y organismos internacionales que, mediante constituciones, códigos y declaraciones, procuran consagrarlos. Sin embargo, hay un derecho que es el más importante del conjunto y sin el cual el resto no tendría sentido: el derecho a la vida.
Durante el 2006, en la Ciudad de Buenos Aires, murieron 343 niños menores de un año. La mortalidad infantil en la Capital Federal se logró reducir hasta un 50 por ciento en los últimos diez años, de 14,3 muertes por cada mil nacimientos a 7,9. No obstante, el 60 por ciento de los casos suelen ser evitables.
El doctor Carlos Niccolini, jefe del Área de Derecho a la Salud e Integración Social de la Defensoría del Pueblo de la ciudad porteña, explica que las causas de la mortalidad infantil son diversas. La principal es la prematurez: “El prematuro está en peores condiciones para enfrentar las agresiones del medio”, asevera, y advierte que esto sucede por la falta de revisión durante el embarazo. “Una mujer que se controla durante el embarazo tiene más posibilidades de que su bebé llegue bien a las 40 semanas de gestación que una mujer que no lo hace”.
“La oferta de recursos en la ciudad para atender y regular el embarazo es suficiente -asegura Niccolini-. El problema es que, por razones culturales, sociales, económicas o geográficas, las mujeres a veces no concurren a hacerse los controles como se debe. Entonces, no se cumple con un derecho que se tiene, que está establecido por la Constitución y por la Ley, que es el derecho a la salud: un derecho indispensable para preservar la vida”.
El especialista indica que las barreras que impiden la atención son principalmente económicas, ya que hay personas que viven aisladas y no tienen el dinero para pagarse un viaje a un hospital. “Existe una desigualdad, aunque los recursos estén disponibles para todos: en ciertas zonas y en cierta población, que tiene determinadas características socioeconómicas, el transcurso del embarazo y su posterior alumbramiento se ve deteriorado -afirma-. Si se analiza la mortalidad infantil en la Ciudad, en Recoleta la tasa es menor y en los barrios del sur es más alta”.
Por otra parte, Niccolini denuncia que, en el caso de los embarazos no deseados de mujeres de clase baja, hay una mayor renuencia a hacerse chequeos clínicos. “Esto tiene que ver con la educación sexual y reproductiva”, detalla, y luego agrega: “La solución para prevenir los embarazos accidentales está en los métodos anticonceptivos. Lamentablemente, es muy común que sectores muy bajos de la sociedad no vinculen la relación sexual con el embarazo”. A su vez, señala que el aborto no es una salida en sí mismo, sino que es “una consecuencia directa del fracaso de las políticas de salud reproductiva”.
La realidad exige, en consecuencia, una educación en materia de sexualidad y reproducción y un mayor accionar por parte del Gobierno, para que las trabas sociales y económicas no acaben con la vida de los porteñitos.
6 comentarios:
Mis agradecimientos a Luis, que fue el que me recomendó el tema.
y felicitaciones a vos que hiciste esta nota a través de tu trabajo previo
"La realidad exige, en consecuencia, una educación en materia de sexualidad y reproducción y un mayor accionar por parte del Gobierno, para que las trabas sociales y económicas no acaben con la vida de los porteñitos." Adhiero a esta frase. Con educación no hay aborto ni problemas de salud reproductiva. Lástima que sea un tema que está último en la agenda gubernamental.
en la facu, también leo noticiaspordoquier.blogspot.com =)
Yo te felicito a vos por tu blog, que en verdad, es muy bueno, y se ve un gran trabajo de fondo. Agradezco tu visita y, como siempre, estoy abierto a un intercambio de blogs.
Saludos.-
pasate por un blog serio de alumnos de tea
http://nopublicable.wordpress.com/
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