Calidad de post entre períodos de parciales

Es triste, pero es así. El "estrés parcial", sumado a las infinitas líneas de TEA, hacen que mi tiempo sea bastante nulo. En cualquier otra situación así, subiría trabajos pre-hechos, pero resulta que los que valían más o menos la pena, los subí todos. Entonces, me di cuenta que nunca publiqué ninguno de los cuentos que solía escribir tiempo atrás cuando no había facultad ni cosas raras.

De verano

Me es ya casi imposible no pasar horas pensando en vos. En tu sonrisa, en tu mirada, en esa forma de moverte que es tan tuya. No sé en cuantas oportunidades nos habremos visto en verdad, tres, cuatro, quizás cinco; quien sabe si no nos habremos cruzado antes y no me fijé en vos, o tal vez sí, y fuiste de esas caras que uno ve por la calle y se asombra de lo bonitas que son, pero a los pocos segundos ya las olvida.

Los minutos interminables antes de poder dormirme las dedico a vos, y así se me hace menos denso el insomnio que me trae el calor en las noches de diciembre, que a veces más que minutos, son horas, pudiendo incluso amanecer. Pero yo ya me di cuenta que hace rato que el calor se volvió una excusa, y que ya casi prefiero imaginarte a dormir, y soñarte cuando el cerrar de ojos se hace inevitable.

Sin embargo, al mismo tiempo me niego. Te siento cerca, sí, muy cerca, pero no quiero arruinar las cosas como me pasó antes. Que de tanto vislumbrar lo que podría pasar y caer en esa trampa tan engañosa y optimista que es mi mente, pierda lo que realmente pasa, y así arruine todo. Si para mí siempre es lo mismo: todo a punto, nunca nada concreto. Y de todas formas, no puedo evitar que una vez más mis labios sientan rozar los tuyos, darme una vuelta hacia la izquierda de la cama y sentir que sos vos quien está a mi lado. Mirarte y decirte las palabras justas que desemboquen en las expresiones más dulces de tu cariño. Cómo quisiera que fuera exactamente así, que yo te dijera alguna broma llamando tu atención y que te conviertas vos en quien no puede dejar de pensar en mí. Cómo quisiera que me miraras con la sensación de que tu vida no sería lo mismo sin mí. Cómo quisiera que sencillamente sintieras lo mismo que yo.

Trato de poner mi mente en blanco, de concentrarme en lo que pasa a mi alrededor. Y es simplemente imposible. Otra vez tu rostro se mezcla con las hojas del libro que intento leer. Y me imagino compartiendo con vos lo que hice ayer, anteayer, lo que hice hoy, lo que quiero hacer mañana. Me veo contándote alguna anécdota del verano pasado y a vos escuchándome atentamente. Tomando mi mano. Abrazándome.

Pero no, tengo que volver en mí. Temo que la imaginación me haga perder la realidad. Me haga perderte a vos. Esa química que siento con vos no la sentí jamás con nadie. O es solo la impresión que uno tiene cuando está perdidamente enamorado de otro? Yo sé que nosotros nos podríamos llevar bien. Que podríamos hacer de nuestras vidas paralelas un cruce y seguir un mismo camino.

No quiero caer antes de tiempo. No quiero que las sensaciones me confundan. No quiero causar una impresión irreal en ti. Que creas que soy quien no soy. Que yo crea que sos quien no sos. Y otra vez tus labios rozan los míos y ya no puedo pensar en nada. Solo en vos. En tus labios. En esa forma de mirarme. En esa forma que quisiera que me mirases.

Puedo visualizar a la perfección la manera en que vos me darías un beso. En todo momento, cualquier excusa, para mí puede transformarse en la situación en que me des un beso. Tantas expectativas. Y el día que pase, quizás me decepcione. No quiero pensarlo más. No me hables más. De este modo, estoy arruinando las cosas.

(Copyright 2007)