Feliz Navidad

No soy muy amiga de la televisión, pero siempre que la enciendo, lo que veo da para algún comentario. Ayer, a las casi 11 de la noche mientras comía -sola por llegar tarde-, me topé con C5N y una super genial cobertura sobre los importantes descuentos que hacían los principales shoppings desde las 22 a las 5 de la mañana por Navidad.

Yo no sé si la notera era o se hacía o vaya uno a saber qué, pero su móvil en el Alto Palermo consistió, primero, en preguntar en una bijouterie si vendían muchas cadenas con estampas religiosas. "Sí, están muy de moda", contestó la chica que atendía. Luego, la estimadísima mujer con micrófono en mano se acercó a un stand de sales de baño: "un regalo muy barato con el que quedás muy bien con los compañeros de oficina", dicho en sus propias palabras. Enseguida, la cámara mostró imágenes de dos tipos vestidos a lo conito naranja -de esos que tenés que esquivar en el curso de manejo pero que terminás pisando-, con una sirena en la cabeza y un megáfono anunciando que había un 30 por ciento de descuento en un local de ropa masculina. Como era de esperarse, la movilera entró al negocio y empezó a hacer preguntas del estilo "¿ustedes tienen el numerito para que les descuenten?" "¿y cómo es eso?" "¿lo van a usar?" "¿están contentos?" "¿cuánta gente hay adentro?" "¿no les molesta la gente?" "¿qué se van a comprar?" (...)

Ver a los shoppings colmados de personas que corrían por los pasillos y que, seguramente, se mataban por la remerita blanca con rojo de Complot talle 1 que la nena tanto quiere, ah pero la mía también, soltá, me hizo darme cuenta de cómo lo poco que quedaba del espíritu navideño ya se perdió. Yo no soy católica, pero gran parte de mi familia, sí, así que siempre festejé la Navidad. Desde luego, cuando uno es chico los regalos son la vedette de Nochebuena, y también era mi caso, aunque nunca dejé de apreciar el pasarlo con los seres queridos. Sin embargo, pareciera que en términos generales la fiebre consumista de Navidad es más fuerte en cada año que pasa, alimentada por las grandes marcas y en detrimento del componente afectivo que llevan las felices fiestas. Hasta existe la leyenda urbana de que el Papá Noel gordo y vestido de rojo fue inventado por Coca Cola.

Por cierto, muchas felicidades para todos!